Queísmo y Dequeísmo
¿Tienes problemas con la preposición de antes de que?. Es posible que se relacionen con estos dos fenómenos: el queísmo y el dequeísmo. Ambos aparecen a menudo en vuestros escritos, por lo que es conveniente que analices sus usos para evitar incorrecciones
El QUEÍSMO
Observa estas construcciones:
- Estaba seguro de que Pedro había venido.
- *Estaba seguro que Pedro había venido.
Seguro es un adjetivo y como tal exige una construcción de un complemento de adjetivo con la preposición de: Por tanto, es correcta la construcción 1. Hay verbos y adjetivos que deben construirse con de.
Otras construcciones:
Correcto | Incorrecto |
---|---|
Me alegro de que vengas | Me alegro que vengas |
Tengo la duda de que venga Pedro | Tengo la duda que venga Pedro |
Me di cuenta de que venía Pedro | Me di cuenta que venía Pedro |
Me olvidé de que tenía que ir a clase | Me olvidé que tenía que ir a clase |
Tengo la impresión de que Pedro vendrá | Tengo la impresión que Pedro vendrá |
Me alegré a pesar de que Pedro vino | Me alegré a pesar que Pedro vino |
Me convencí de que Pedro debía venir | Me convencí que Pedro debía venir |
Este fenómeno por el que no se incluye la preposición de cuando es necesario se llama queísmo, y es lo contrario de otro que después estudiaremos: el dequeísmo.
Como puedes ver, el queísmo es un fenómeno que puede aparecer con los siguientes tipos de palabras:
- Con verbos, como alegrarse, acordarse, enterarse, convencer, depender...
- Con adjetivos, como seguro.
- Con nombres, como impresión, duda, cuenta.
El DEQUEÍSMO
El dequeísmo consiste en usar la preposición de delante de la conjunción que cuando sintácticamente aquella no es exigida. Veamos dos ejemplos:
- Pienso que Julio me quiere mucho.
- *Pienso de que Julio me quiere mucho.
- Recuerdo que tú viniste pronto.
- *Recuerdo de que tú viniste pronto.
Para comprender bien el fenómeno vamos a recordar el concepto de proposición: es una oración sin sentido completo, sin significado autónomo, que sólo tiene valor dentro de una oración. He aquí oraciones con proposiciones:
- Pedro me dijo que me quería (la proposición desempeña la función de complemento directo)
- Pedro se acordó de traerme el libro (la proposición es complemento suplemento)
- Luisa confiaba en que yo vendría pronto (también es complemento suplemento)
- Mi amigo opinaba que aquello era correcto (complemento directo)
Observa que el problema se presenta en oraciones complejas (en las que un elemento es una proposición que se une al verbo principal mediante la conjunción que). Es muy difícil dar reglas seguras para evitar el uso de de que. Pero te voy a decir una, que es muy fácil:
SUSTITUIR LA PROPOSICIÓN SUBORDINADA QUE SE INICIA CON QUE POR UN PRONOMBRE PERSONAL O DEMOSTRATIVO O POR UN SINTAGMA NOMINAL
Veamos algunos casos:
- Pedro me dijo que me quería: Pedro me dijo eso
Observa que la proposición que me quería ha sido sustituida por un pronombre demostrativo eso y sigue teniendo sentido. - Pedro se acordó de traerme el libro: Pedro se acordó de eso
Observa que en este caso no podemos decir: *Pedro se acordó eso, sino Pedro se acordó de eso. Hemos tenido que incluir ante eso la preposición de. En este caso el uso de de es obligatorio. Por tanto, no es un caso de dequeísmo. - Estoy seguro de que Pedro vendrá a la fiesta.
En esta oración no hay dequeísmo. Apliquemos la prueba: La proposición es que Pedro vendrá a la fiesta. Sustituimos la proposición por eso: Estoy seguro de eso. Otra sustitución: Estoy seguro de su venida. En este caso hemos sustituido la proposición por un sintagma nominal. Sería incorrecta: *Estoy seguro su venida. - Recuerdo que tenía un hermoso cabello negro.
Recuerdo eso.
Recuerdo su hermoso cabello negro.
Pero sería incorrecto:
*Recuerdo de su cabello negro.
*Recuerdo de eso.
Bibliografía consultada:
Gómez, Torrego: Manual de español correcto. 4ª edición. Editorial ARCO/LIBROS. Madrid, 1993.
Varios: Manual de redacción y estilo. Ediciones Istmo. Madrid, 1999.
Varios: Gramática descriptiva de la Lengua Española. Espasa Calpe. Madrid, 1999.
PRÁCTICA 1
Lee las siguientes oraciones e indica si son correctas o incorrectas:
- Es fácil de que apruebe el curso.
- Me contó que tenía un gato.
- Me consta de que llegó tarde.
- Puso en conocimiento del presidente de que el ascensor estaba averiado.
- Es difícil de que no haya entradas.
- El profesor les ordenó que no hicieran ruido.
- Aquel vecino creía que el ruido procedía del sótano.
- El orientador me aconseja de que estudie por las tardes.
- Mi amigo me suplicó que le ayudara a preparar el examen.
- Se puso serio y me mandó callar.
- Su idea era de que fuéramos al teatro.
- El problema principal era de que no había dinero suficiente.
- Confiaba de que me lo dijeras.
- Aquel alumno se empeñaba en estudiar por la tarde.
- Mi problema es de que no sé traducir del latín.
- Lo que me preocupa es de que no queden entradas.
- Me interesa de que vengas conmigo.
- Necesito de que me ayudes a resolver el problema.
- El libro de Juan era difícil de que lo leyera.
- Me contestó de que se encontraba muy bien.
PRÁCTICA 2
Completa las oraciones escribiendo una proposición correcta:
- Yo imaginaba __________________________________________
- No me importa _________________________________________
- Me olvidé _____________________________________________
- Me da la sensación ______________________________________
- Luisa se acuerda _______________________________________
- Juan recuerda _________________________________________
- Mejora su autoestima a medida ___________________________
- Dudo _________________________________________________
- Me da vergüenza _______________________________________
- Mi padre confiaba ______________________________________
- Voy aprobando a medida ________________________________
- Quedamos ____________________________________________
- Afirmó ________________________________________________
- El profesor me encargó __________________________________
- Me advirtió ____________________________________________
PRÁCTICA 3
He aquí un fragmento de un artículo de la revista EL SIGLO. Se titula: Demuestre usted que no es Aznar, señor Rajoy. Localiza y analiza los errores de queísmo o dequeísmo que aparezcan.
Ya nos ha convencido usted que su talante es diferente, porque realmente lo es. Salta a la vista que usted no es desabrido, sino más bien simpático, pero ahora tiene usted una oportunidad única de demostrar que tiene algo más que simpatía, que su diferencia con Aznar es mucho más honda, Usted puede y debe convencernos de que trabajará honradamente para mejorar la calidad democrática de este país que Aznar ha dejado en los límites de lo homologable.